domingo, 27 de abril de 2014

Todo atado y bien atado. Los impunes fascistas italianos en España.

Postal "Hacia falta que todo cambiara para que todo siguiera igual" (sellos Correos Franco y Juan Carlos)
TODO ATADO Y BIEN ATADO
Breve paseo por las cloacas del Ministerio del Interior de España
Los fascistas italianos

Los neofascistas italianos formaban parte de la red Gladio orquestada en la posguerra por la OTAN para combatir a las organizaciones comunistas en Europa. Tras el atentado de 12 de diciembre de 1969 en la Plaza Fontana, donde asesinaron a 16 personas, tuvieron que abandonar su país y reagruparse a España.
En Italia también se produjo un intento de golpe de Estado encabezado por Valerio Borghese, un antiguo oficial de la marina de guerra de Musolini conocido como el
Príncipe Negro. Borghese era amigo de Carrero Blanco, también marino. En una entrevista entre ambos celebrada en septiembre de 1973 en la Presidencia del Gobierno, en la que también participó Della Chiaie, Carrero Blanco garantizó protección a los fascistas italianos a cambio de prestar servicio en la guerra sucia. En diciembre de 1976 Della Chiaie tuvo otra entrevista con el entonces ministro del Interior Martín Villa en su despacho oficial.
Los fascistas italianos fueron financiados por el SECED, la central española de espionaje, que entonces aún llevaba las siglas que le puso su fundador, el almirante Carrero Blanco. Crearon la revista
"Confidencial" que se editaba en la imprenta militar española. También utilizaron los servicios de Radio Exterior de España para hacer propaganda fascista en todos los idiomas. El responsable de las emisiones en España era Vicenzo Vinciguerra.
En una entrevista publicada en mayo de 2001 por la revista nazi
Resistencia, Vinciguerra reconocía que su presencia en España tenía “el consentimiento personal del general Franco". Según Vinciguerra, “es cierto que a partir de 1975 prófugos italianos fueron empleados en operaciones en el País Vasco, en la zona francesa. Es verdad porque fui yo mismo el que recibió de Sánchez Covisa el listado de los refugiados vascos, con las fotos, las direcciones, etc. Y la primera metralleta Ingram”.
Aquellas metralletas Ingram se conocían como Mariettas. Una de ellas la incautó la policía italiana al fascista Pier Luigi Concutelli. La había utilizado el 10 de julio de 1976 para matar al juez Vittorio Occorsio. Aquella Marietta formaba parte de un lote comprado por el espionaje español en Estados Unidos. El juez italiano Luigi Vigna pidió explicaciones al gobierno español pero jamás obtuvo respuesta alguna.
Aquel mismo años 1976 la policía francesa detuvo en un cine de París a dos miembros del SECED cuando recibían una metralleta Ingram que unos mercenarios habían utilizado en un atentado por encargo. Después de largas negociaciones y del cierre de la oficina que mantenían de manera subrepticia, los espías españoles fueron expulsados de Francia. Se trataba de un suboficial y del entonces comandante del ejército Manuel de la Pascua
“Paso”, que dirigió el servicio secreto en Bilbao antes de ser destinado a la embajada en París. Más tarde, desempeñó el cargo de director de seguridad del Banco de Bilbao durante muchos años.
En el atentado contra Antxon Etxebeste las dos armas usadas, que los mercenarios se vieron obligados a abandonar, también habían sido compradas por la policía española en Estados Unidos.
Además de la metralleta, a Concutelli le ocuparon dos agendas con nombres y números de teléfono de espías españoles, entre ellos, el del policía Ramón Lillo. En 1985 el diario
"El País" dio a conocer los nombres que aparecían en las agendas, y un par de semanas después, un informe elaborado por la Comisaría General de Información sobre otro mercenario italiano, Giuseppe Calzona, dijo que éste había colaborado con Lillo en varios de los atentados cometidos en el País Vasco Francés en 1976.
Además de policía diurno y mercenario nocturno, Lillo era actor de cine secundario en películas de saldo, con el sobrenombre de Ray Nolan. En la agenda del fascismo italiano, junto a su apellido real, aparecía su nombre supuesto y la dirección y teléfonos de una compañía cinematográfica con la que trabajaba entonces. Durante muchos años Lillo fue el jefe de seguridad de la Audiencia Nacional, luego destinado al Gabinete de Información (antiterrorista) del Ministerio del Interior. También fue Lillo quien dejó escapar a Ruiz Mateos de los calabozos de la Audiencia Nacional.
Según Calzona, Lillo comandaba el grupo de mercenarios y, tras localizar a Pérez Revilla y José Joakin Villar
“Fangio”, lo comunicó a Madrid, recibiendo la orden de atentar contra Fangio, pero fallaron. El 21 de marzo de 1976 les ocurre lo mismo con Pérez Revilla, aunque su mujer, Feli Ziluaga, hermana de Txomin, fue gravemente herida. Recibió varios balazos procedentes de dos de aquellas Mariettas de la policía española.
Dos años después, fue Agurtzane Arregi la que pagó con su vida el que se encontrara junto a su marido Juan José Etxabe cuando fueron ametrallados por otro comando mercenario en Hendaia. Y en 1984 los mercenarios de los GAL terminaron por lograr su objetivo de acabar con la vida de Pérez Revilla.
En enero de 1977 en la matanza de los cinco abogados laboralistas de Atocha también se utilizaron dos de aquellas ametralladoras Marietta.
Francia siempre ha mantenido en secreto lo sucedido con aquella Marietta intervenida en París a los espías españoles en 1976.
La metralleta usada en 1976 para matar a un juez italiano era propiedad de la Comisaría española de Información
El País, 24 de agosto de 1985

http://elpais.com/diario/1985/08/24/espana/493682405_850215.html

GLADIO
Los tribunales fascistas españoles ponen en libertad a los criminales fascistas

Cuando a partir de 1969 los neofascistas empezaron su cadena de crímenes en Italia, la policía les estrechó el cerco en su país y se tuvieron que refugiar en España. En 1975 asistieron al funeral de Franco, que congregó en Madrid a la podredumbre del fascismo internacional, entre ellos Pinochet. Al menos 50 miembros de la DINA chilena asistieron, así como policías portugueses, terroristas ustachas, cubanos y fascistas de otras partes de Europa y Latinoamérica.
En España los italianos pasaron a colaborar con los servicios secretos y la policía en la guerra sucia. Estaban organizados en dos grupos. El de Madrid contaba con tres apartamentos y una pizzería llamada el
"Appuntamento", pertenecían individuos como Mario Calzona, Augusto Cauchi y Mario Pelegrini. Del otro, que operaba en Barcelona, formaban también franceses y portugueses y disponía de un apartamento en el barrio chino y una masía en el campo, conocida como "La Factoría".
En 1985 el juez Pier Luigi Vigna,encargado del caso Ocorssio, afirmaba en declaraciones a la revista
“Tiempo” que estaba convencido de que "todavía existían sectores de los servicios secretos españoles ligados con los medios del terrorismo negro fascista italiano, que han sido utilizados varias veces en su lucha contra ETA".
A causa de ello, el juez italiano Giovanni Salvi abrió un sumario en Italia sobre las relaciones de los neofascistas italianos con el Ministerio del Interior español y la guerra sucia. Por el contrario, durante la transición los gobiernos españoles les protegieron de la persecución que inició su país contra ellos. Como había dicho Felipe González,
“no había pruebas ni las habría nunca”. La Audiencia Nacional rechazó sistemáticamente las solicitudes de extradición procedentes de Italia, argumentando que los delitos de los que se les acusaba eran de naturaleza política.
Stefano delle Chiaie
Es un dirigente neofascista italiano conocido por ser el fundador de la organización
Avanguardia Nazionale, estrechamente relacionada con la red Gladio. Participó en la mayoría de los atentados realizados en Europa desde 1970 y, en concreto, en los registrados en la estación italiana de Bolonia (84 muertos) y en la sinagoga judía de la calle Copérnico de París (cuatro muertos). También se le relacionó con la matanza de la Plaza de la Fontana, en Milán, en 1969, en la que murieron 16 personas y otras 100 resultaron heridas.
Junto con Vinciguerra, Delle Chaie se trasladó a España en 1970, donde siempre estuvo relacionado con los servicios secretos militares. Trabajó con Michael Townley, agente chileno de la CIA y con Virgilio Paz, un cubano de la CIA que luego participó también en el asesinato de Orlando Letelier. En 1975 Townley viajó desde México a Madrid para encontrarse con Delle Chiaie. Coincidió con el momento de la muerte de Franco y los tres mercenarios acudieron juntos al funeral. Con el apoyo de la policía secreta franquista, los tres prepararon el asesinato de Bernardo Leighton y su esposa en Roma.
Al año siguiente estuvo presente en Montejurra durante el doble asesinato, así como en el lugar donde uno de sus sicarios fascistas asesinó a Arturo Ruiz. En 1984 la policía de Roma pidió su extradición y la española contestó que desconocía su paradero.
En 1977 cambió su residencia a Argentina y tres años después a Bolivia, donde colaboró con el nazi francés Klaus Barbie. También fue asesor del ministro del Interior, Luis Arce Gómez, durante el Gobierno militar del general Luis García Meza, en cuyo golpe se vio implicado. Luego se trasladó a Venezuela, donde fue detenido en 1987 y entregado a Italia.
Libro sobre Stefano Delle Chiaie.
Carlo Cicuttini
Cicuttini formó parte de la red Gladio. Fue secretario de sección del neofascista Movimiento Social Italiano y estuvo relacionado con actividades del grupo ultraderechista Ordine Nuovo. Está condenado en Italia a cadena perpetua como autor de un atentado que causó la muerte de tres carabineros y a 11 años de cárcel por el intento de secuestro de un avión en 1972.
Aquel año llegó a España, se domicilió en Madrid y se casó con la hija del general Fontanals Armengol, un militar vinculado durante años a los servicios de información. Aquí se relacionó con los círculos de la Internacional Fascista y los servicios secretos del gobierno español. En 1990 las investigaciones del CESIS italiano confirmaron su participación en la matanza de Atocha.
En 1982 fue detenido en Madrid. En su apartamento apareció documentación sobre el tráfico de armas con Sudáfrica y países latinoamericanos a cargo de la empresa Eniesa, que servía para financiar las actividades de los fascistas italianos en España. Confesó que había trabajado para la policía española
"realizando operaciones en Francia como Grupo Antiterrorismo ETA (ATE), tanto de vigilancia y observación de miembros de la izquierda española como de miembros de ETA, así como atentados contra estos últimos".
Italia pidió su extradición pero la Audiencia Nacional la denegó por considerar que se le reclamaba por
"delitos políticos" fue considerada por el juez de Venecia Felice Casona de "vergonzosa". El juez Casona, que se trasladó a Madrid en febrero de 1983, declaró que no sólo había venido a España por el caso Cicuttini sino también por "actividades de ultraderechistas realizadas entre españoles e italianos".
En 1986 Italia volvió a pedir su extradición y la Audiencia Nacional la volvió a denegar por segunda vez por el mismo motivo. Luego, el gobierno español le concedió la nacionalidad y vive actualmente en San Sebastián, ciudad donde estuvo escondido mucho tiempo.

Giuseppe Calzona
Llegó a Barcelona en 1973 bajo la identidad falsa de Mario Letti y comenzó a participar en la guerra sucia a partir de 1976. Italia reclamó su extradición en 1984 por haber sido condenado en rebeldía a 16 años de prisión por un delito de asesinato. Calzona fue detenido y reconoció su vinculación con los GAL. Su enlace era el francés Jean Pierre Cherid, admitiendo haber realizado varios atentados en 1977 y 1978 y acusando a los servicios secretos españoles de ser los inductores de sus operaciones:
"Las órdenes para actuar y atentar se recibían telefónicamente desde Madrid, de alguien relacionado con el gobierno español", manifestó a la policía.
La Audiencia Nacional concedió su extradición pero con la condición de que fuera nuevamente juzgado en Italia. Como Italia no respondió, ya que no se puede juzgar dos veces a una persona por el mismo delito, fue puesto en libertad en enero de 1985.
En 1986 se presentó en la Jefatura de Policía de Madrid para regularizar su situación pero nunca más se ha vuelto a saber de él.

Pier Luigi Concutelli
Estuvo refugiado en España en el período 1975-1977, participó en el doble asesinato de Montejurra y en el secuestro de Moreno Bergaretxe en el País Vasco Francés.
Cuando la policía española registró su domicilio, encontró la metralleta Ingram que se había utilizado en el asesinato del juez italiano Occorsio. Al indagar la procedencia del arma, se descubrió que formaba parte de un alijo comprado por la policía española. En el albarán de compra figuraba el nombre y la firma del comisario Conesa, uno de los más conocidos agentes de la represión política en España durante el franquismo y la transición. Después Concutelli fue detenido en Roma por dicho asesinato. El sumario italiano relaciona a Concutelli con la policía española.
En 1985 el fascista italiano Angelo Izzo relató desde una cárcel la participación de Concutelli en el secuestro, torturas y asesinato de Moreno Bergaretxe, reivindicado por el Batallón Vasco Español. Según Izzo, Concutelli y otros neofascistas italianos secuestraron a Moreno Bergaretxe en el País Vasco Francés y luego le trasladaron a una masía catalana, donde le torturaron y asesinaron. Izzo dijo que había estado personalmente en aquella masía, de la que dio una descripción.
Su relato fue indirecto. Lo que contó se lo transmitió el propio Concutelli. No obstante, entonces Concutelli padecía una enfermedad muy avanzada. Las informaciones de Izzo sobre el secuestro, torturas y asesinato a Moreno Bergaretxe fueron confirmadas por Sergio Calore, que en 2010 apareció degollado.

Augusto Cauchi
Fue condenado en Italia a cinco años de prisión por reconstruir el Partido Fascista y llegó a España en 1976, participando en el doble asesinato de Montejurra.
De España pasó a Argentina en la época de la dictadura militar, donde se casó con la argentina Norma Maidana. En una entrevista admitió haber sido dirigente de Nuevo Orden y defendió a Mussolini. En 1988, el gobierno argentino rechazó la petición italiana de extraditarle, acusado de perpetrar actos terroristas en Italia. Cauchi era sospechoso del ataque contra la estación de trenes de Bolonia, en 1980, con un saldo de 85 muertos.
Está considerado como uno de los personajes más importantes del organigrama de los movimientos neofascistas europeos.
Dibujo. Señalando con el dedo a los culpables.

Elio Massagrande
Es uno de los máximos dirigentes del fascismo italiano con ramificaciones internacionales. Estuvo condenado en su país a cuatro años de prisión por la reconstrucción del partido fascista y participó en el intento de golpe de Estado de Valerio Borghese en 1974.
En España fue detenido por la guardia civil en enero de 1977 en la redada contra fábrica de armas de la calle Pelayo de Madrid junto con otros nueve fascistas más, entre las que se encontraba Sánchez Covisa, dirigente de los Guerrilleros de Cristo Rey, y su mujer Alexandra Grocco. Fue amnistiado muy poco después.
Italia pidió dos veces su extradición. La primera fue denegada por las autoridades españolas en mayo de 1977. Al año siguiente fue denegada la segunda.
Estuvo viviendo en un pueblo próximo a la localidad madrileña de Villalba hasta que se trasladaron a la Costa del Sol. Su mujer Alexandra Grocco estuvo trabajando en la agencia de viajes Transalpina. Luego se instaló en Paraguay, donde fue recibido por Stroessner en persona y se dedicó ser instructor paracaidista.

Mario Ricci ('Carlo Vannoli')
Otro neofascista refugiado y protegido en España. Era el brazo derecho de Della Chiae y trabajó con Cherid en la agencia de viajes Transalpina, una pantalla que la Internacional Fascista tenía en la madrileña Plaza de España. Con el nombre falso de Carlo Vannoli participó en la matanza de dos personas en 1976 en Montejurra.
 
Eliodoro Pomar
Fue acusado a comienzos de los setenta por los jueces italianos de complicidad en el fallido golpe de Estado de Valerio Borghese. Huyó de Italia en septiembre de 1974 y, después de pasar por Bélgica, se refugió en Madrid. A finales de enero de 1977 fue detenido por la guardia civil en organizadores de la fábrica de almas de la calle Pelayo. Fue amnistiado en 1977.
Los jueces italianos solicitaron a España su extradición por su presunta implicación en el asesinato del juez Occorsio, así como por la organización de Ordine Nuovo. La Audiencia Nacional no concedió en ninguno de los casos la extradición del fascista porque consideraron que el delito era de naturaleza, política.

Marco Pozzan ('Mario Zanella')
En Italia fue acusado del atentado de la Plaza Fontana que en 1969 costó la vida a 16 personas en Milán. Pozzan fue el correo entre el agente del contraespionaje Giovanni Gianettini y Franco Freda, que depositó la bomba que causó la masacre.
Luego Pozzan se refugió en Madrid gracias a una documentación falsa que le fue proporcionada por los servicios secretos italianos, en concreto por el general del SID Maletti. Fue detenido por la guardia civil en enero de 1977 en la redada contra fábrica de armas de la calle Pelayo. Le amnistiaron pero la Audiencia Nacional concedió su extradición a Italia en 1977, aunque exigiendo que no le acusaran del delito de reconstrucción del partido fascista.
 
Salvatore Francia
Es dirigente de Ordine Nuovo y fue encarcelado en su país en 1972 por organizar campamentos paramilitares en los Alpes. Dirigía las revistas fascistas Quaderni Neri y Anno Zero. En Italia fue condenado en rebeldía a cuatro años de prisión por adiestrar militarmente a militantes fascistas y enseñar prácticas de sabotaje y uso de armas.
La primera entrada en España la realizó en el año 1974. Fue detenido por la Guardia Civil en 1977 en Málaga a raíz del descubrimiento de la fábrica de armas de la calle Pelayo, de Madrid.
Italia solicitó a España su extradición condenado a cuatro años de cárcel por pertenecer a la organización fascista Ordine Nuovo. También le requerían como testigo de la matanza de la Plaza Fontana. Fue denegada y puesto en libertad. En 1980 pidió el reconocimiento de la condición de refugiado político, que le fue denegado, y posteriormente fue nuevamente detenido, acusado de llevar un pasaporte falso. Italia presentó nuevamente la solicitud de extradición que la Audiencia Nacional la denegó por segunda vez.
Fue expulsado de España y vuelto a detener en 1981 en Algeciras por una orden de expulsión del país.

Mauro Meli
Fue detenido en Málaga a petición de Italia. La Audiencia Nacional denegó en dos ocasiones las solicitudes de extradición italianas. Reside en Málaga y solicitó la carta de apátrida.
 
Claudia Papa
Llegó a España en 1978. Reside en Torremolinos y le fue denegada la nacionalidad española.
 
Bruno Luciano Stefano
Llegó a España en 1974. Denegada su extradición por la Audiencia Nacional. Reside en Benalmádena y fue tramitada su explusión anteriormente por el Gobierno Civil.

Salvatore Secreto
Llegó a España en 1983. Aunque un télex de 18 de marzo de 1983 de Interpol Italia le consideró muy peligroso, la Audiencia Nacional denegó su extradición. Se casó con una española y reside en Totana (Murcia). Le fue denegado el asilo político.

Piero Carmassi
Italia solicitó su extradición y tiene interesada su averiguación de paradero con fecha 16-4-1986.
 
Clemente Graziani
Buscado por Italia y se cree que puede residir en Paraguay.
 
Giorgio Santerini
Detenido en Madrid con fines de extradición, la Audiencia Nacional deniega la solicitud. En paradero desconocido.

Mauricio Falessi
Detenido en Madrid en 1984 pero fue rechazada su extradición por la Audiencia Nacional.
 
Alexandro Stella
Detenido en Toledo con fines de extradición. Denegada la petición por la Audiencia Nacional.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En España tenemos al infame genocida neofascista Ernesto Milá. Colaboró con Klaus Barbie, fue terrotista de los GLADIO y se le relaciona con varios asesinatos y desmantelamientos de grupos de izquierda revolucionaria.