sábado, 28 de junio de 2014

Lucio García Blanco, sobre la organización partidista.

Poster Lucio García Blanco, preso comunista del PCE(r).
Cartas desde prisión
Lucio García Blanco
Topas. 25 mayo 2014.
Aúpa:
Espero que por ahí haya llovido lo suficiente para regar bien la huerta, y supongo que la moderación de las temperaturas también le vendrá bien, aunque quizás las de las noches sean demasiado bajas. Pero por los de la TV, por Aragón ya han perdido el cereal y por el Levante, las alcachofas y los almendros.
Ayer mismo me llegó una carta con una hoja que denunciaba la muerte de Isabel y reivindicaba la puesta en libertad de los presos enfermos (políticos). También me llegó El Otro País, donde sacan un testimonio de Manolo en el que hace una magnífica denuncia del crimen, y en tu carta viene el acto que se la hizo en el cementerio de Carabanchel. Teniendo en cuenta que incluso se habrán hecho otros actos que no conozco, me parece una buena campaña y me alegro por lo que supone de reconocimiento de su ejemplo de lucha, así como por su importancia política de denuncia del régimen fascista en estos momentos tan cruciales. Comparando esta campaña con la que se hizo cuando fue la muerte en la cárcel de Alicante de camarada Ortín, es evidente que se ha dado un avance considerable en el terreno de la movilización.
Por otra parte, también creo que es positivo que se diversifiquen los motivos de los actos y las charlas políticas y, en ese sentido, me ha parecido importante la participación de Olarieta y Hasel en las jornadas anticapitalistas de Eibar con el tema “Sobre las formas de organización del movimiento obrero”. Este tema lo solemos discutir mucho en las células y comité del partido y así debe seguir siendo; pero también es importante que de vez en cuando y; sobre todo en estos momento de cierta extensión de las luchas, se discuta el asunto de forma más abierta y amplia. En torno a esta cuestión creo que hay que tener en cuenta que durante treinta y pico años se ha dado en nuestro país un reflujo de la lucha y la organización obrera, que ha conllevado una merma de los métodos de organización más importantes y combativos. Esto explica que ahora, en vez de la organización esté primando el espontaneismo y el llamado Movimiento por el movimiento, que si no se corrige conducirá a la desmoralización y desmovilización obrera y popular. Sin organización los trabajadores no podemos dar ni un paso.
En la hoja que me enviaste dice que se trata de organizarse en función de los objetivos, y esto es fundamental. Pero no es lo mismo organizarse para la lucha sindical que para acabar con el capitalismo e implantar una sociedad socialista.
Para esto último es necesaria la organización partidista, el partido comunista con militantes totalmente entregados y ampliamente formados en la teoría y la práctica revolucionarias del m-l. Así mismo es imprescindible tener unos objetivos concretos, un programa estratégico que responda a las condiciones concretas de cada país y nos pueda abocar a esa sociedad socialista. Solo con un programa así se puede establecer el camino a seguir, la línea política y los métodos de lucha necesarios para avanzar hacia donde queremos, e ir formando los militantes verdaderamente comunistas que necesitamos. Los partidos llamados comunistas, que carecen de esos objetivos concretos, y solo hablan de socialismo en sentido general o abstracto, no son otra cosa que partidos reformistas que no se plantean derribar los estados capitalistas. No obstante, además de los objetivos estratégicos o finales, también son necesarios otros objetivos tácticos, más cercanos, pero que nos pueden servir de trampolín para llegar a los otros.
"Cartas desde prisión". (y dibujo sobre, papel, boli y goma)

En resumen, de la charla que me envías, no se menciona que la organización obrera también depende de las condiciones objetivas que se den en el país o momento histórico concreto. No es igual organizarse, por ejemplo, en la etapa de la libre competencia capitalista y la democracia burguesa, donde es posible utilizar la legalidad y las instituciones parlamentarias, que en la etapa de monopolismo de estado; y en concreto en estos momentos en España, donde no hubo ruptura con el franquismo y sigue existiendo un régimen fascista. Aunque esté enmascarado en una forma parlamentaria, como ya anunció Jorge Dimitrov que ocurriría. Aquí, donde no existen las más elementales libertades políticas y sindicales, es evidente que la organización político y sindical tiene que llevarse a cabo desde fuera de las instituciones y legalidad, y en contra de ellas; hasta que no le arranquemos al Estado un mínimo de marco democrático. En ese sentido hay que recuperar y adaptar en la actualidad los métodos de organización que se dieron en el franquismo, tanto para la lucha política como para la sindical o de masas en la calle. En este último ámbito, es importante desarrollar los círculos obreros en las fábricas, y comités de resistencia en los barrios y ciudades, que se puedan desenvolver de forma subterránea. Si en los últimos tres años se han podido desarrollar las luchas de los trabajadores, ha sido porque en general se ha dado la espalda a las mafias sindicales, y se han utilizado estos medios de organización independiente, a través de las plataformas, comités de todo tipo, etc., al margen de la legalidad y desarrollando la desobediencia civil. La cuestión ahora es perfeccionar y ampliar esos métodos de organización.
También es interesante el debate que se dio en León en torno al papel que pueden jugar las redes sociales. Yo estoy de acuerdo con las que remarcan que “tienen que ser una ayuda o herramienta complementaria, no la principal o exclusiva”. Aquí hay quienes exageran su importancia y quienes la infravaloran. Creo que es una ayuda más para la propaganda o la agitación, que en ningún caso puede suplantar a la organización partidista o sindical. A esa labor sistemática de discusión política e ideológica, de elaboración y revisión de planes de todo tipo, de reparto de responsabilidades y tareas etc.
Tampoco puede sustituir a las reuniones amplias de trabajadores avanzadas, o a las asambleas de fábrica o de barrio, etc. El trabajo de organización, propaganda o agitación directa y personal es mucho más costoso y sacrificado, pero es insustituible e imprescindible. Las redes sociales son un buen complemento de todo lo anterior. Nada más ni nada menos.
El acoso de la policía a una chica, son amenazas de todo tipo, para tratar de amedrentarla y hacerla desistir de su militancia antifascista, es algo que los militantes del partido conocemos muy bien. A Suso, Pepe Balón y algunos otros que no recuerdo, los mantuvieron secuestrado en una furgoneta varios días torturándoles permanentemente. Y a Joaquín, el asturiano, lo interceptaron en varias ocasiones para amedrentarlo ofreciéndole que colaborara con ellos a cambio de un trabajo y otras prebendas.
La campaña en torno a la farsa electorera ha estado animadilla con los numerosos escraches que han hecho a los políticos, a la entrada o salida de los mítines. La abstención para que no puedan justificar sus desmanes con los votos, no es suficiente. También es necesario que se de un boicot activo con todo tipo de protestas y actos contra esa farsa y todos los que participan en ella, como al parecer se ha venido dando en Cataluña.
Ese tipo de actividad también puede ayudar mucho a reforzar la unidad de cara a luchar por un programa mínimo que pueda arrancarles las libertades y derechos democráticos fundamentales. La batalla principal en ese sentido tendremos que darla en la próxima pantomima electoral de nuestro país, que creo que se llevará a cabo el próximo año.
Bueno, en estos momentos estoy al borde de un ataque de nervios, que diría Almodóvar, por el parloteo que viene teniendo desde el patio los de este módulo con las mujeres del 8, durante toda la mañana. Así es muy difícil poder estudiar o escribir.
Lucio.

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