viernes, 28 de marzo de 2014

La huelga general de 1917 que paralizó Vigo 1 semana.

Foto. Manifestación pro-amnistía en Vigo, 1917.
Imprescindible memoria histórica:

Agosto de 1917
La primera huelga general paraliza Vigo durante una semana

La prensa no salió a las calles de Vigo entre el 13 y el 17 de agosto de 1917, aún así hubo quien no tuvo reparos en titular el 18 de agosto "Huelga general fracasada". Nada más lejos de la realidad. La primera huelga general vivida en España fue un éxito rotundo aunque dejó 71 muertos, 200 heridos y más de 2000 detenidos en todo el territorio español.
La UGT y el PSOE fueron los organizadores de aquella protesta. En algunos puntos también estuvo respaldada por la CNT. El contexto era de crisis económica y de guerra mundial, ya que medio mundo se estaba peleando mientras que España conservaba un papel neutral, que no impidió que las condiciones laborables fueses cada vez peores.
El comité de huelga, en donde figuraban Largo Caballero y Juan Besteiro, fijó para el 13 de agosto la huelga, 3 días después de que los ferroviarios fueran al paro en todo el Estado.
Vigo amaneció sin ruido el lunes 13 de agosto. Estaba paralizada. Desde el puerto, hasta las fábricas de conserva o metalúrgicas. Los tranvías, no salieron de sus cocheras en As Travesas. No hubo ni pan fresco ni suministro de leche.
Tras aquellas primeras horas de desconcierto, el gobernador militar de la plaza, Manuel Prieto Valero, recibió noticias de Madrid, de que la huelga se había programado para toda España. Comenzó a tomar medidas.
Ya aquella tarde, los soldados del regimiento Murcia, guardias civiles y marineros del acorazado España, fueron desplegados por los puntos neurálgicos de la población. Telégrafos, la fábrica de gas, la estación de ferrocarril, el Banco de España o las cocheras de tranvías estuvieron controladas por los militares.
Dibujo. (militar vigila a dos proletarios en la fábrica)

Estado de guerra
A través de un bando del Capitán General de Galicia se decretaba el estado de guerra y se suspendían las garantías constitucionales, se prohibía la formación de grupos de más de 3 personas y se obligaba a los empleados públicos a presentarse en sus puestos. Así mismo, se prohibían la circulación de vehículos sin salvaconducto militar.
El martes 16 salieron los tranvías a las calles pero conducidos por militares. El suministro de pan y leche se restableció al día siguiente, pero la actividad fabril de ciudad estaba paralizada. Mientras tanto, los militares comienzan a detener a destacados socialistas, como a Enrique H. Botana o Emilio Martínez Garrido.
Lentamente, comienza a normalizarse la situación a partir del sábado 18, tras casi una semana de huelga. Ese día, la corporación municipal se apresura a enviar un telegrama al palacio real, mostrando su adhesión al Rey.
El día 19 comienzan a trabajar los estibadores del puerto, que descargan dos buques, con normalidad. Se anuncia que los metalúrgicos regresarán al trabajo el lunes 20, mientras que los tranviarios resisten en huelga. Hasta tal punto que la dirección de la empresa hace una oferta porque está dispuesta a despedir a quienes no se reincorporen. Una negociación entre el comité y Ricardo Mella logra enderezar la situación a partir del 22 de Agosto, sin que hubiese represalias.
Restablecida la normalidad, los poderes económicos de la ciudad mostraron su agradecimiento al Ejército por haberles protegido. La Unión de Fabricantes de Conservas anunció la entrega de mil pesetas para que se repartiesen entre los soldados. Además se abrió una suscripción popular que logró recaudar 13000 pesetas. El 15 de septiembre eran repartidas entre la tropa, a 8 pesetas, los cabos subieron a quince pesetas, mientras que los sargentos y demás clase, se llevaron treinta pesetas.

Cerca de 100 vigueses fueron detenidos
La aplicación del estado de guerra conllevó detenciones por el simple hecho de pertenecer al partido socialista. El castillo del Castro y la cárcel del palacio de justicia, fueron los centros de detención. E] juez militar animó a los vigueses a denunciar a quienes se hubiesen distinguido durante la huelga. Así, el 22 de agosto requería la presencia de una serie de personas. entre quienes se encontraba el futuro alcalde Amado Garra y el médico Nicolás Paz.
El 7 de septiembre aún había 67 personas detenidas sin acusaciones concretas. Botana, Garrido y Julián Estévez no fueron liberados hasta el 18 de noviembre. Diez personas fueron sometidas a consejo de guerra, ninguna de ellas era político. El 9 de diciembre hubo una manifestación en la que dos mil personas pidieron la amnistía para los detenidos.

Publicado en la "Voz de Galicia". Extractos.

*Vigo tenía en 1917 una población inferior a 50.000 personas. En 2014 tiene 300.000

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