viernes, 28 de junio de 2013

34 años de los asesinatos de Martín Eizagirre y Fernández Cario, militantes del PCE(r) en París.

Dibujo guerra sucia y recuerdo a Eizagirre y Cario
  Por la verdadera Memoria Histórica, 34 años de 2 crímenes de Estado

Francisco Javier Martín Eizagirre:
http://www.presos.org.es/ARCHIVOS/caidos.php?idc=0027

Aurelio Fernández Cario:
http://www.presos.org.es/ARCHIVOS/caidos.php?idc=0034
Cartel en francés, homenaje a Martín Eizaguirre y Fernández Cario. 1979-2013


Cómo acabar con el PCE(r) y los GRAPO físicamente
La historia se sitúa en 1977, en plena represión fascista. José Luis Espinosa Pardo es infiltrado en círculos independentistas canarios. Primero, la inteligencia española, a órdenes de Cassiniello y de Calderón, con rangos de General y Teniente General, envía a Espinosa desde Argelia al Estado español, con la tapadera de reorganizar una federación de la UGT, en Murcia. De ahí, la estela de luchador y revolucionario le permite no levantar sospechas entre los independentistas del archipiélago. Paco Espinosa se hace hombre de entera confianza del máximo líder del MPAIAC, Antonio Cubillo. Espinosa es presentado en Argel al PCE(r) y a los GRAPO por Cubillo. Espinosa se entrevistó con uno de los máximos responsables de los GRAPO en aquella época, Francisco Brotons Beneyto. A éste se lo presentó en París el dirigente del PCE(r) Francisco Javier Martín Eizagirre.
De la entrevista se llegó al compromiso de que los GRAPO facilitarían al MPAIAC Goma-2 y que éstos por su parte transmitirían desde Argel artículos del PCE(r) y los comunicados de los GRAPO a través de Radio Canarias Libre, que contaba con el sostén del Frente de Liberación Argelino.
Llevado a cabo el acuerdo, la intención de los servicios secretos españoles era atraer a Cubillo al Estado español y por medio de alguna cita trampa detener a los dirigentes del MPAIAC, del PCE(r) y de los GRAPO. Pero Cubillo se negó a abandonar Argelia. Espinosa Pardo, mientras tanto, había montado una trampa para detener a los GRAPO, consistente en depositar un cargamento de armas en la costa levantina. Pero también esa trampa fracasó, por cautela de los GRAPO.
Fruto de la información preferencial que Espinosa consigue, la policía política, con un impresionante despliegue de medios, detiene en Benidorm, el 9 de octubre de 1977, al pleno del Comité Central del PCE(r). Tras la caída, se enciende la alarma. En noviembre de ese 1977 viaja a Argel un enviado especial del PCE(r) para comunicar a Cubillo que dichas detenciones sólo podían venir por la labor de confidente de Espinosa Pardo. Cubillo, no sólo se negó a creer las explicaciones y datos del PCE(r), sino que encima acusó a los GRAPO de estar infiltrados por la policía y rompió todas las relaciones con ambas organizaciones.
EI 15 de febrero de 1978, se reúnen en Burdeos José Luis Espinosa, el coronel de inteligencia Manuel Valero, el adjunto al consulado de Burdeos Domingo Pereira y otros dos cargos más, de los que sólo se conocen sus nombres supuestos. Planean el asesinato de Antonio Cubillo en Argel. Ya no tienen «hilo directo» para conseguir más información de los GRAPO.
El 24 de marzo se traslada el dispositivo a Argelia con el consentimiento de los servicios secretos y la supervisión de Werner Mauss, agente secreto alemán. Contratan a dos mercenarios, uno de ellos antiguo infiltrado en la organización armada española FRAP. El 5 de abril de 1978 se lleva a cabo el atentado. Cubillo resulta gravísimamente herido, con secuelas de por vida. La propia Argelia dio el dato de que en el dispositivo también participó el Cónsul español y luego embajador en Nicaragua, Baselga.
El 25 de mayo de 1978, el Comité Central del PCE(r) envió una carta al FNL de Argelia acusando al gobierno argelino de "estar utilizando los movimientos revolucionarios de su entorno como moneda de cambio en sus negociaciones con el gobierno español para la revisión del Acuerdo Tripartito sobre el Sahara". El coordinador de toda la operación, el corrupto coronel Ofman. jefe de los servicios secretos argelinos, fue destituido en 1980 para acallar las críticas y el escándalo.
Por su parte, Francisco Javier Martín Eizagirre, rompiendo todas las trampas puestas por la inteligencia española, fue uno de los pocos máximos dirigentes del PCE(r) que consiguió seguir en activo; pero los servicios secretos, alertados por Espinosa, se lo hicieron pagar muy caro. El Batallón Vasco Español, con sus pistoleros a sueldo Mohamed Talbi y Jean Pierre Cherid, lo asesinaron en París el 28 de junio de 1979, y el día siguiente al también militante del PCE(r) Aurelio Fernández Cario. Semanas antes, Eizagirre había sido señalado, por el policía honorario y periodista Alfredo Semprún (hijo del policía-periodista del mismo nombre), en la revista Blanco y Negro, como «coordinador del terrorismo internacional y responsable de la compra de armas y depositario económico de los GRAPO». Así se completaba una rueda más del infernal engranaje denominado «Servicios Secretos», Hoy, 34 años después, siguen perfectamente engrasados y a punto.

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