miércoles, 2 de noviembre de 2011

Campo de concentración de Burgos. Humor político

 
Memoria Histórica del día:


-1942: Heriberto Quiñones González, máximo dirigente del PCE en el interior, es detenido en Madrid y fusilado atado a una silla, al no poder mantenerse en pie tras salvajes torturas. No confesó ni su domicilio.


-1980: Fascistas seguidores de Blas Piñar, de mitín en Vitoria, dejan tuerto a golpes a un estudiante e hieren de bala a otro vecino. Complicidad policial.


 
The Jaily News, en el campo de concentración de BURGOS:


El objeto de este blog es el de recordar lo ocurrido en el campo de concentración de San Pedro de Cardeña (Burgos), totalmente ocultado por las autoridades políticas de ayer y de hoy. El nombre The Jaily News es una copia del periódico clandestino que existió en San Pedro durante 1938-39, elaborado por los presos para promover la disciplina, respeto mutuo y la moral. Una acción valiente y de honrar, recordando este nombre. Contrarestando al diario franquista Diario de Burgos, uno de los pocos objetos de lectura en este campo. Recordando las palabras de Bob Doyle, prisionero en San Pedro, que describe a la perfección otro de los objetivos. "En todo el mundo vemos grandes masas de población sin atención sanitaria ni educación, sin alimentos ni agua potable. Las aldeas de Nigeria, donde la compañía petrolera Shell obtiene ganancias extraordinarias, sufren una intensa contaminación, mientras que a las mujeres les practican cesáreas sin anestesia. El enemigo tiene ahora relaciones públicas muy sofisticadas y tenemos que cambiar los métodos para hacerle frente. Debemos hacer posible que la verdad, nuestra visión del mundo en que vivimos, llega a la gente de forma comprensible. Esta es la mejor manera de recordar y honrar a aquellos que en el pasado lucharon y dieron su vida por un mundo mejor. La lucha continúa." Por tanto la pelota esta en nuestro tejado, teniendo los mismos objetivos, que la lucha continúe.



Cartas de lxs lectorxs:


HUMOR político


Yo vengo aquí pa hablaros, un poco alucinado, la verdad, del asco que le tenemos a otros idiomas afines y lo influenciados, hasta la tontura, que sin embargo nos tiene el inglés y los anglicismos incorporados a nuestros propios idiomas nacionales:

Yo pensaba que el castellano -al que me voy a referir- y el euskera y el catalán y el gallego... eran unos idiomas ricos en vocabulario, pero ahora parece que, sin darnos cuenta siquiera de lo atrasados que estábamos, hay que meter anglicismos en todo tipo de conversación:

Hace unos días, en casa, mis sobrinas comentaban que habían asistido a un tappersex y cual no sería nuestra sorpresa, cuando mi madre dice “Bueno, eso ya lo hacíamos nosotras hace 20 años, lo que pasa que se llamaban fiambreras”. Risas pa una hora, y mucho que pensar. Cuando éramos niños y no tan niñas, leíamos tebeos en vez de comics. O yo mismo, que en EGB, hice aerobic muchas veces, pero como no lo sabía, no me sirvió de nada. En mi ignorancia, creía que hacia gimnasia. Y cuando hacía dedo pa ir a las marchas de Jarrai, realmente hacía autostop.

Afortunadamente, todo esto ya ha cambiado. Hoy, a pesar de la crisis endémica del capitalismo, somos un Estado mu rico, poderoso y que entró en Maastricht, y a los ciudadanos se nos nota el cambio simplemente cuando hablamos, lo cual es muy importante. El lenguaje inglés, ya se sabe, es como la prueba del algodón. “Para descargar camiones 12 horas al día. Imprescindible inglés”

No es lo mismo que los empresarios chupones hagan negocios, en vez de business. No, no. No es lo mismo decir “me hago un sanwich de bacón” que “me hago un bokata de tocinillo” -aunque tenga igual de pan y grasa-; ni “he puesto unos papeles en el armario del vestíbulo” que “he puesto unos documentos -que viene de la palabra inglesa document- en la estantería del hall”; ni “tengo un problema para ir al acto del colectivo” que “tengo un handicap para ir al meeting,la movida”.

Las cosas, en otro idioma imperialista en estos términos, mejoran mucho y tienen mayor prestancia. Sobre todo en inglés, que es el idioma que manda. Desde que los USA son la capital del mundo, nadie es realmente moderno mientras no diga en inglés un mínimo de cien palabras. Usaco o británico da igual.

Pero desde ese punto de vista, estamos ya completamente modernizados. Es más, creo que hoy en el mundo no hay nadie que nos iguale. Porque, mientras en otros estados o países toman solo del inglés las palabras que no tienen, bien porque sus idiomas son “pobres” en cuanto a ciencia moderna, económica o informática, cosa que no es nuestro caso, ni en el del euskera, catalá, galego... Nosotros, más generosos, hemos ido más allá y hemos adoptado incluso las que no nos hacían falta para nada. Lo cual demuestra nuestra apertura y nuestra capacidad para superarnos.

Así, ahora, por ejemplo, ya no decimos bizcocho, sino plum-cake, que queda mucho más fino. Ni tenemos sentimientos, sino que cuando nos gusta una canción, es que tenemos feelings, que es mucho más elegante. Y de la misma manera, sacamos tickets en vez de entradas, compramos compacts disc en vez de discos compactos, usamos kleenex en vez de pañuelos, y vamos al pub en vez de a las tabernas de toda la vida.

Si estamos cansados, ahora nos quedamos groggies, y cuando hacemos deporte, lo que verdaderamente hacemos es rappel, puentin, trekin, esnorquel, gomin... que es mucho más “in”. Y, los fines de semana -que ahora se convocan en internete como weekend-, salimos al campo, y los más modernos, llaman “hacer camping”, en lugar de acampar como hasta ahora. Y todo ello ya digo, con la mayor naturalidad y sin darnos apenas importancia.

Obviamente, esos cambios de lenguaje han influido en nuestras costumbres y han cambiado nuestro aspecto, que ahora es mucho más moderno y elegante.

Por ejemplo, ya no usamos calzoncillos o gallumbos, sino slips, lo que nos permite marcar paquete con más soltura que a nuestros padres; ya no nos ponemos chaquetas, rebecas, chupas, gabardas... sino suetter; ya no quedamos pa echar un pote, sino un coffee, que es infinitamente mejor, sobre todo si va mojado, en lugar de con galletas, que es una vulgaridad, con corn-flakes. Y cuando nos afeitamos, nos ponemos after-shave, que aunque parezca lo mismo, deja más fresca la cara que la loción de tola vida.

Las mozas se visten con legings en vez de mallas, y a los culeros o bragas, las pijas madrileñas les llamaban knikers.

En el plano colectivo ocurre exactamente lo mismo que pasa en privado; todo ha evolucionado.

Por ejemplo, hoy la gente ya no corre; hace jogging o footing (depende mucho del chándal o del pullover que usemos); Ya no estudiamos; hacemos masters; ya no aparcamos; sino que dejamos el coche en el parking, que es muchísimo más práctico y tiene señal obligatoria de P.

Entre los profesionales, la cosa ya es exagerada. En la “oficce” por ejemplo, el jefe ya no es el “puto jefe”; es el boss, o el cheriff, que están siempre reunidos con la public-relations y que van a hacer bisness a “England”. En su maletín de mano, al revés que los de antes, que lo llevaban repleto de papeles y de latas de conserva, llevan tan solo un PC (Personal Compiuter) portatil, un fax, un modem y toda una tecnología de pendrais y e-books, desde los que poder mandar email, hacer mailings y trainings y press-books para la prensa. Y mandanos sms en vez de mensajes.

Cuando acaba el trabajo (o la labor, del inglés labour, no las labores del campo) se van al gimnasio a hacer gim-jazz. Allí se encuentra con toda la jet-set (a los que antes llamábamos ricachones), que vienen de hacerse liftings, y con alguna top-model amante del body-fitness y del yogurth (con th, por favor) desnatado.

Todos tomamos, por supuesto, cosas light, y ya no fumamos tabaco, que ahora es una cosa “out”, y cuando acudimos a una merienda, ahora tomamos cocktail, bitter, roast-beef, que, aunque parezca lo mismo, es mucho más digestivo y engorda menos que la carne asada.

En la televisión, entre tanto, ya nadie hace entrevistas ni presenta, como antes, un programa. Ahora hacen intervius y presentan magazines. Pero así se dan mucha más prestancia aunque aparezcan siempre los mismos y con los mismos collares. Si el presentador dice mucho “O.K.” y se mueve todo el rato, al magazine se le llama “show” -que es distinto de espectáculo-, y si este es un “show heavy”, es decir, que tiene carnaza, se le adjetiva de “reality” para quitarle la cosa cutre que tiene en castellano, en euskera, en catalá, en galego... Entre medias, por supuesto, ya no nos ponen anuncios, sino “spots”, que, aparte de ser mejores, nos permiten hacer “zapping”.

En el deporte, el basket -que antes era baloncesto-, los clubs (que antes se llamaban equipos o taldes....) ya no se eliminan, sino que juegan “play-offs”, que son más emocionantes, y a los patrocinadores se les llama “sponsors”, que para eso son los que pagan. O sea “El sponsors Petromillion patrocina la play-offs interpub de footboll”

El hacer mercado ahora se llama marketing; el autoservicio se llama ahora “self-service”; al escalafón, ranking; al solomillo, steak (incluso aunque sea de las montañas navarras); la gente guapa, la beautifull people, y a sus representantes, los manager. Y desde hace mucho tiempo, los importantes también son llamados VIPS very important pepols; las viejas radio con cinta, walkman; los puestos de venta “stands”; los ejecutivos, yuppies; los niñeros baby-sitters, y los derechos de autor, copering y royalties.

Hasta los pobres ya no son pobres, ahora los llamamos “homeless”, como en América, lo que indica hasta que punto hemos evolucionado y despistamos el asunto.

Para ser ricos del todo y quitarnos el complejo de tercermundistas que tuvimos algún tiempo y que tanto nos avergonzaba, solo nos queda ya decirle a la siesta (la única palabra que españa ha exportado al mundo, lo que dice “mucho” a favor nuestro), pero resulta que ahora se dice “hacer tumbing”, o como oí hace unos días “hacer nap”

Pero no nos riamos de los ricos, modernos y famosetes sin más ni más y mirémonos un poquito al ombligo:

En nuestra propia casa, llamamos a las antiguas chapas reivindicativas "pins", a los carteles del Che de tola vida ahora los llamamos “Posters”, el irse de guateque es “irse de parti”, y si la juerga se convertía en gaupasa, ahora le llamamos “after”.

Las comidas de tortilla fría de toda reu que se preciara, son ahora "lunchs", y las pruebas para grupos de teatro en los C.S.O, los gaztetxes.... "castings" y si el payaso es muy gracioso, le llamamos claunn.

Nos tomamos un gingerai que queda más fino que el cubalibre de toda la vida, y lo acompañamos de unos snaks, que deben de estar más sabrosos que un aperitivo o un pintxo. Y antes, si eramos admiradores de los Habeas Corpus, ahora nos llaman “fans” y si el guitarra de Su ta Gar era el puto amo, ahora se ha convertido en un “crack”.

A veces ni me entero de que narices me están hablando, la verdad.

Mi madre usaba toda la vida medias en vez de panties, y los obreros, tan ordinarios, sacaban la fiambrera al mediodía en vez del tuperware. A las manifestaciones, les llaman “demostración” que viene del inglés “demostreison”, y a las pintadas les llamamos grafitis, a los panfletos “flayers”, a las pegatinas “sticker” y en vez de aprender a jugar a nuestro vasco juego patrio conjunto por antonomasia, el nunca bien valorado mus, nos derretimos los sesos intentando aprender a jugar al puto poker.

Vamos, que si seguimos así, solo quedarán como intransmisibles al puto idioma imperialista cultural las consignas “No pasarán” y el más que nunca necesario “jotake irabazi arte”...

ECB. E.H.

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