lunes, 3 de agosto de 2009

Euskal Herria: Acoso mortal contra la izquierda abertzale
Un Edil de la Izquierda Abertzale en Villabona fallece tras ser acosado por la Ertzaintza
El continuo acoso que están llevando a cabo las distintas fuerzas policiales contra los actos convocados por la izquierda abertzale y por los familiares de los presos políticos ha tenido un trágico desenlace con la muerte del joven concejal de Villabona Remi Ayestaran, a causa de una dolencia cardiaca tras ser increpado reiteradamente por un grupo de ertzainas durante la noche del viernes. La izquierda abertzale señaló al Gobierno de Lakua como responsable de lo sucedido.
La localidad guipuzcoana de Villabona se encontraba el viernes inmersa en la última jornada de las fiestas patronales. A las ocho de la tarde, al igual que cada último viernes del mes, se había convocado una encartelada a favor de los derechos de los presos políticos y decenas de personas se habían reunido en Errebote Plaza. Alrededor de las siete y media ya era visible y numerosa la presencia policial: más de una decena de dotaciones de la Ertzaintza habían tomado la localidad y algunas otras se habían apostado en las afueras.
Ante este despliegue policial y por el temor de que la situación pudiera desembocar en un enfrentamiento, los congregados optaron por suspender el acto y seguir con la fiesta. En una pequeña plaza contigua, la Asamblea de Jóvenes había organizado una serie de conciertos y muchos de los que habían acudido a la movilización se dirigieron hacía allí, entre ellos Remi Ayestaran, teniente alcalde de Villabona.
Minutos más tarde se personaron en el lugar un grupo de ertzainas, que se apostaron junto a la barra que habían dispuesto a pocos metros del escenario «con actitud chulesca y provocadora», según varios testigos. Uno de los agentes se acercó a Ayestaran y le interpeló acerca de la procedencia de los jóvenes que estaban actuando en ese momento: «El grupo toca bastante bien, ¿no será de Villabona, no?», le preguntaron, a lo que el edil les respondió que no lo sabía. El ertzaina siguió dirigiéndose a él: «¿Pero tú eres de Villabona, no? Tú tienes que saber si este grupo es de Villabona, ¿o no?». Ayestaran les volvió a responder que lo desconocía. El agente insistió: «¿O sea que eres de Villabona y ese grupo está tocando aquí y no sabes si son del pueblo o no? Entonces, ¿tú que eres, tonto o qué?». La respuesta de Ayestaran fue nuevamente «Pues no sé». «¿Pero tú qué me estás diciendo, que no sabes si eres tonto o no eres tonto?», de nuevo el ertzaina. «Pues no sé», les volvió a responder el concejal.
Tras un breve espacio de tiempo, el agente se volvió a dirigir al joven y le dijo: «Pues mira chaval, que sepas que me gustas mucho». Ante esta respuesta, Ayestaran finalmente se encaró a los ertzainas, conminándoles a abandonar el lugar: «Que sepas que al Ayuntamiento de Villabona no le hace ninguna gracia lo que estáis haciendo aquí». Posteriormente, sus amigos y su novia le recomendaron que se alejara del lugar «porque te están provocando y su objetivo es llevarse a alguien de aquí».
Ayestaran se retiró unos metros y se dirigió hacia el río. Fue allí donde se sintió indispuesto y pidió ayuda a un amigo que en ese momento pasaba por el lugar. «Tal y como me di la vuelta, ví como se estaba cayendo al suelo», relataba ese testigo. En pocos minutos, varias personas se reunieron a su alrededor e intentaron por todos los medios que volviera en sí, dándole palmadas en la cara y llamándole por su nombre una y otra vez. Posteriormente, personas con más conocimiento en primeros auxilios se acercaron al lugar, así como la propia hermana del fallecido, enfermera de profesión.
Los ertzainas también acudieron y llegaron a identificar a algunas personas que se encontraban ayudando al joven. De acuerdo con el relato de los testigos, los ertzainas «no hicieron más que molestar» e incluso llegaron a forcejear con la gente que se congregó. Otro de los amigos del joven comentó que, al pedirles que se fueran, los agentes le contestaron: «¡Vete tú a tu puta casa!».
La versión de los testigos contradice la ofrecida por la oficina de prensa de la Ertzaintza, desde donde indicaron que desplegaron un dispositivo en Villabona «en prevención de que se produjera un acto que había sido prohibido por la Audiencia Nacional» y aseguraron que los agentes no se encontraban «para nada en la fiesta ni en el recinto en el que se celebraban los conciertos»; además, afirmaron que uno de los ertzainas llegó a practicar un RCP (reanimación cardiorrespiratoria) al concejal cuando estaba en el suelo.
Tres ambulancias se presentaron en el lugar y los servicios de asistencia intentaron reanimar al joven, pero tal y como confirmaron desde el servicio de urgencias del Hospital Asunción de Tolosa, Ayestaran llegó al centro médico en parada cardiorespiratoria y, pese a que se le practicaron todos los mecanismos de reanimación, nada se pudo hacer para salvar su vida. La autopsia practicada al cuerpo del joven confirmó ayer que el edil falleció de un «aneurisma de aorta».
La alcaldesa de la localidad, Maixabel Arrieta, relataba que hacia las nueve y media de la noche fue avisada de que el concejal había sufrido un desvanecimiento tras mantener una discusión con la Ertzaintza. «Cuando llegué a la plaza -explicó- pedí hablar con el agente que estaba al mando, pero no me quisieron atender. Me dirigí a uno de ellos y les pregunté que qué estaban haciendo». El agente le mostró la orden dictada desde la Audiencia Nacional. «Yo les respondí que no se había celebrado ningún acto y que la gente estaba de fiesta, y es cuando me dijeron `ahora nos vamos'». Los agentes ya llevaban en la zona más dos horas.
Pasadas la diez de la noche se difundió la noticia del fatal desenlace a la localidad natal del joven, que se sumió en una profunda consternación. Los actos festivos programados para la última jornada se suspendieron y se cerraron todos los establecimientos hosteleros. Asimismo, en señal de protesta por lo ocurrido, una manifestación recorrió las principales calles de la localidad. En el lugar donde cayó desplomado el joven, muy conocido tanto en Villabona como en los pueblos cercanos, varios ramos de flores fueron depositados y su fotografía cubría muchas paredes.
Al mediodía se llevó a cabo una asamblea informativa en la que los congregados se solidarizaron con los padres, la novia y los dos hermanos del edil. Posteriormente, una nueva manifestación, en la que se reunieron cientos de personas, recorrió el pueblo. La pancarta, que fue llevada por amigos y por la novia y la hermana del fallecido, rezaba: «Remi gogoan zaitugu, herriak ez du barkatuko». Unos metros por delante, cuatro de sus amigos portaban su fotografía y una ikurriña con crespón negro en señal de duelo.
Algunos vecinos de la localidad también quisieron tener el mismo gesto con el joven y colgaron ikurriñas con crespones en sus balcones.
Durante la manifestación, «Remi gogoan zaitugu» y «Herriak ez du barkatuko» -Remi, te recondamos. El Pueblo no perdonará- fueron los lemas más coreados por los participantes, que ofrecieron un sentido aplauso a los familiares del joven cuando pasaban por debajo de su vivienda y su madre se asomó al balcón.
En el edificio consistorial fue colocada una pancarta en la que se leía: «Remi maite zaitugu» -Remi, te queremos-. El salón de plenos acogió por la tarde una comparecencia ante la prensa en la que participaron su hermana, sus amigos, sus compañeros del grupo municipal y una representante del movimiento pro amnistía. Tras dar detalle de los hechos, denunciaron que a Remi «lo ha matado la represión de la Ertzaintza» e hicieron hincapié en que «los responsables políticos de esta muerte» son «Rodolfo Ares y Patxi López».
Remarcaron que lo único que querían hacer el viernes en Villabona «era denunciar la cruel política penitenciaria, como hemos hecho otras tantas veces sin ningún problema». «Pero el veto de la Audiencia Nacional española y el terremoto mediático -prosiguieron- pusieron en la diana de la represión a Villabona. Y todos sabemos cuál ha sido la consecuencia».
En estos «duros momentos», quisieron lanzar un mensaje a favor de «una verdadera solución política», pero también quisieron dejar claro que «para facilitar el camino a una solución hay que cerrar la vía de la represión».
Finalmente, llamaron a participar en la manifestación que partió ayer domingo desde la plaza de Villabona y a acudir a la capilla ardiente que se ha instalado en el ayuntamiento al mediodía. «Remi estará en el lugar que le corresponde», manifestaron.
A continuación, se celebró otra manifestación en la que participaron cientos y cientos de personas. Mientras tanto, tres dotaciones de la Ertzaintza permanecían apostadas en unos pabellones situados a la entrada de la localidad.
Muestra de la actitud de la Policía autonómica, allegados de la familia relataron que ayer por la mañana, varios agentes increparon a la novia de Ayestaran a la entrada de la vivienda familiar, bajando la ventanilla del coche patrulla, sonriéndole y mostrándole el dedo corazón.

Información: GARA

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