lunes, 21 de abril de 2014

Manuel Arango en detallado informe del suplicio médico de Isabel Aparicio. Carta de 8 de abril.

Poster Manuel Arango Riego.
Cartas desde prisión

Manuel Arango Riego

C.P. Zuera, 8 abril 2014

Un crimen de Estado

A la fecha de hoy, los estudios forenses calificados de preliminares determinan que el fallecimiento de Isabel Aparicio Sánchez, presa política del PCE(r), se debió a una “arritmia”, otros médicos, por el contrario, sostienen que fue infarto de miocardio y alguno también sostiene que fue trombosis pulmonar o cerebral.
Pues bien, independientemente de todo ello, lo que está claro es que su fallecimiento fue el último acto de un proceso de exterminio físico iniciado tan pronto Isabel fue encarcelada en 2007.
Todo el mundo sabe que la represión política contra los revolucionarios encarcelados incide con especial gravedad sobre los enfermos, a los que se aplica la represión general más el abandono en el terreno sanitario.
Isabel vivió los últimos 7 años de su vida enfrentada a la represión penitenciaria y, a la vez, a una política sanitaria repleta de inoperancias, imposiciones, burocracias criminales y negligencias.
Isabel se fue muriendo de forma cruel no sólo porque estaba en la cárcel (donde toda canallada represiva tiene cabida), sino y muy especialmente por su condición de presa política. Por tanto, el fallecimiento de Isabel fue un crimen político de Estado.

Las enfermedades de Isabel
Algunas enfermedades ya las arrastraba de la calle, las menos, pero se agravaron constantemente al no tener los tratamientos adecuados y por las condiciones de vida carcelaria. Otras enfermedades surgen en la cárcel y fueron las más dolorosas.
En una enumeración sumaria se podrían exponer las siguientes enfermedades y problemas físicos:
-La extirpan los ovarios y otras partes del aparato reproductor sin necesidad y sin su permiso en 2008, mediante una intervención quirúrgica realizada en el hospital general de Ávila, alegando que “a su edad ya no los necesita”. Esta la trajo aparejada graves trastornos y desequilibrios fisiológicos.
-La sinusitis crónica la impedía dormir más de 4 horas nocturnas, debido a la tos que le provocaba; y esto sucedió todos los días durante años. En la cárcel de Ávila, no la permitieron ni tan siquiera un producto tan sencillo como el agua de mar, que se adquiere en farmacias sin receta médica. Nunca la operaron a pesar de su insistencia. Sabíamos ya desde la calle que solo se atajaría este problema con una operación.
-Tenía dos hernias discales y un estrechamiento en el conducto medular. Tuvo dolores constantes y a veces muy elevados, aparte de que su movilidad se reducía más y más como consecuencias de estas dolencias. No la operaron en 7 años, aunque se diagnosticó al segundo año de su estancia en prisión que la única solución eran las intervenciones quirúrgicas. Lo máximo que se la hizo fueron unas 15 sesiones de fisioterapia , consistente en las clásicas “corrientes” como toda solución. Algunos médicos la recetaban morfina para sus dolores.
-Insuficiencia pulmonar severa y asma. Lo que la provocaba una situación real de asfixia y una respiración acelerada. Era tratada con oxígeno con frecuencia. Llegó a vivir en la cárcel de Ávila situaciones de no poder absorber oxígeno durante más de un minuto, estando sola en la celda y por la noche.
-Lesiones en las vértebras cervicales. Ante las cuales solo recibió 7 sesiones de fisioterapia de 10 minutos cada una.
-Flebitis. Lo que la provocaba con frecuencia grandes dolores e hinchazones de piernas.
-Artritis avanzada en las manos y los pies.
-En otro orden de problemas físicos, los tratamientos con inhaladores la producían temblores constantes de cabeza y manos. Su capacidad de moverse se fue reduciendo cada año, andaba muy despacio y apenas podía cargar pesos por muy pequeños que fuesen.
-Muy tardía intervención quirúrgica de cataratas, y encima la quedaron constantes secuelas.
"Y lloró la Republicana". (la bandera Popular de luto)

Evasivas, inoperancia y silencios en estamentos oficiales
Por parte del JVP (Juez Vigilancia Penitenciaria) y por parte de la dirección de sanidad penitenciaria han sido durante años las evasivas, el escurrir el bulto y la inoperancia. Mientras que por parte de los subdirectores médicos de las prisiones donde estuvo Isabel predominaba la inoperancia, el descaro insultante o los silencios: no contestaban.

Proceso de investigación en curso
Se han abierto diligencias nº 1290/14 en el Juzgado nº 9 de los de la ciudad de Zaragoza, sobre la base de instar un estudio científico de “muestras cualificadas” de Isabel, por médicos independientes del aparato judicial, a la vez que se investigan las circunstancias que rodearon el fallecimiento.
Recabamiento de mandato judicial en curso para obtener los dossieres médicos de Isabel en los siguientes hospitales: Hospital General de Ávila, Hospital Universitario de Salamanca y el Hospital Miguel Servet de Zaragoza. Así como recabar por mandato judicial los dossieres médicos informatizados de los centros penitenciarios de Ávila, Topas (Salamanca) y Zuera (Zaragoza).

Manuel.

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